Cada día se producen 19 renuncias a recibir herencias en Andalucía

Recibir una herencia puede convertirse en un premio o en un caramelo envenenado. Entre los andaluces, la segunda opción está ganando terreno. Detrás de esta realidad, suele esconderse un motivo económico. Expertos en Derecho Fiscal señalan como principal razón la imposibilidad de pagar el Impuesto sobre Sucesiones.

Los últimos datos del Consejo General del Notariado son tozudos. En los últimos cinco años, a medida que la crisis esquilmaba las cuentas corrientes de los contribuyentes, el número de herencias rechazadas ha crecido hasta un 201 por ciento. De las 2.299 renuncias que se produjeron en el acumulado interanual hasta septiembre de 2011 se ha pasado a las 6.939 registradas en los doce meses anteriores a septiembre de 2016 (el último dato actualizado).

El registro estadístico revela que las renuncias de herencias siguen sin tocar techo en Andalucía
Este registro estadístico revela que las renuncias de herencias de allegados fallecidos siguen sin tocar techo en Andalucía. Un año antes, entre octubre de 2014 y septiembre de 2015, habían sido repudiadas 6.658 herencias. Aunque los parientes directos pueden acogerse a una serie de bonificaciones, este tributo, que gestionan las comunidades autónomas, está en Andalucía por encima de la media de España.

El agravio comparativo ha llevado a un médico gaditano a emprender una cruzada judicial contra la Junta por supuesta «discriminación fiscal» de los andaluces respecto a otros españoles. Su objetivo es que el Tribunal Constitucional ponga coto a esta disparidad. En su caso tuvo que pagar a la Consejería de Hacienda y Administración Pública 64.974 euros por aceptar la herencia de su madre fallecida en marzo de 2015. Si viviera en Madrid, sólo habría abonado 649,75 euros, cien veces menos. Cada vez son más los que renuncian a heredar los bienes de un familiar fallecido para no tener que pasar por caja. Sencillamente, las cuentas no les salen.

El 1 de agosto pasado entró en vigor la primera fase de la rebaja pactada por el PSOE y Ciudadanos. En concreto, se redujo más la carga fiscal para quienes heredan una casa de un ascendiente directo fallecido cuando el inmueble sea su hogar habitual. Aún es pronto para calibrar las consecuencias de esta medida. La segunda fase de este cambio normativo, efectiva desde el 1 de enero pasado, supone elevar el mínimo exento de tributación para las herencias recibidas por parientes directos desde los 175.000 a 250.000 euros.

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